Terapia con gases medicinales

MEDICINA ESTÉTICA CORPORAL

Terapia con gases medicinales

La terapia con gases medicinales consiste en la aplicación de dos gases diferentes con fines médicos uno es el CO2 y el otro es el O3

El tratamiento con CO2 consiste en la aplicación de microinyecciones subcutáneas gracias a una fina aguja a la que llega el gas a través de un conducto flexible desde el equipo, diseñado especialmente para este fin.

Dicho equipo se encarga de controlar la velocidad de flujo del gas (contenido en un tanque), la dosis administrada, la temperatura del gas y el tiempo de inyección.

El gas debe ser de tipo medicinal anaeróbico con una pureza del 99,9%. La duración de una sesión de terapia con gases medicinales puede durar entre 15 y 30 minutos, dependiendo de qué áreas se vayan a tratar, y cuántas de ellas en una sola sesión.

Terapia con gases medicinales

La mejora en el intercambio gaseoso permite que el CO2 sea utilizado para las reacciones metabólicas, entre la que se encuentra la combustión de las grasas (mecanismo por el cual se justifica la disminución del tamaño de los adipocitos; proceso oxidativo lipolítico fisiológico), a lo cual se suma la disminución de volumen del tejido entre los adipocitos por el mecanismo anteriormente expuesto.

Esto da como resultado una mejora en la calidad de la piel, una disminución de volumen de la zona y el alivio de los síntomas que acompañan a la celulitis, como pesadez.

El número de sesiones es variable y depende de las características y necesidades concretas de cada paciente, pero se consideran necesarias de 6-10 aplicadas, 1 o 2 veces por semana.

Una vez finalizada la sesión, el paciente puede incorporarse a sus actividades de la vida cotidiana, evitando el sol durante las siguientes 24-48 horas.

Terapia con gases medicinales

La utilización de O3 puede ser por vía intraarterial, subcutánea, intramuscular, intravenosa o intrarrectal. Las más utilizadas en Medicina Estética son la intravenosa y la subcutánea. En el caso de la intravenosa es lo que se conoce como autohemoterapia. El proceso consiste en la extracción de una pequeña cantidad de sangre (aprox. 100ml), la cual se oxigena en un circuito cerrado para evitar la posibilidad de contaminación y acto seguido se vuelve a reinyectar en la circulación sanguínea mezclándose esta sangre hiperoxigenada y llevando este extra de O2 a todos los tejidos y las células lo que les confiere un “salud” extra. 

Los usos del O3 son como antinflamatorio, antioxidante, rejuvenecimiento saludable, es usado como antibacteriano y antivírico, estimula el sistema autoinmune, mejora la vida de los glóbulos rojos y mejora la microcirculación, todo ello sin los efectos indeseables de otras terapias medicamentosas que pueden dañar otros tejidos.

Se necesitan un mínimo de 5 a 10 sesiones para poder ver resultados y posteriormente es muy probable que sean necesarias sesiones de mantenimiento.